EN CORTO: CUARTA PARTE

 



"DESDE EL PRINCIPIO"

 

Si le pregunto a un joven: ¿Quién no anhela ser una persona culta? Es decir, refinada o elegante. La mayoría -al menos eso creo- diría que sí. Los que se atrevan a decir que no, es por la idea de considerar aburrido y ceremonioso el ser una persona culta. Y no están del todo alejados de la idea, porque la palabra "culta"  procede de la palabra cultura, y esta a su vez del latín "cultus", la cual tiene varias acepciones: adorno, elegancia, cultivo, refinamiento o práctica de la religión, Una definición más amplia dice que es el conjunto de actos y ceremonias con que se tributa homenaje a determinadas creencias (1). Tal vez ceremonia es lo que nos hace ruido ¿o no? Sin embargo, cada sociedad tiene su propia cultura, sus conjuntos de ceremonias, creencias o sus principios que son el fundamento de su sociedad.

Muchos de estos principios están muy alejados de la verdad bíblica (principios bíblicos) porque sus principios están arraigados en la filosofía del hombre y de este mundo temporal Colosenses 2:8). Y por tanto, estos principios son mentira, hojarasca, no son un cimiento seguro y verdadero. El promotor de este mundo es el enemigo y sus mentiras provocan que las sociedades cimenten sus culturas en falsas ideas, no están basadas en principios verdaderos (Proverbios 3:13). Por lo cual la cultura no debe dictar tus pensamientos, tu conducta, tus relaciones humanas, tu vida, porque inevitablemente se demoronará por no estar fundada en la verdad.

Es curioso, los medios como las redes sociales, la tv, los libros, el cine, las organizaciones, las escuelas, los artistas, los pintores, los escritores, etc. son quienes marcan el ritmo que debe llevar la juventud -la sociedad que emerge-. Los medios de comunicación pretenden -y mucho han logrado- decirte como ser, vivir, vestir, comer, amar; pero debastadoramente no está basado en un principio eterno, sino en un "aquí y ahora"(hay algunas corrientes que si apuntan a lo espiritual, pero no a Cristo, lo cual es demoniaco). Te dicen como debe ser tu vida social, familiar, laboral e incluso como amarte a ti mismo (a) -como si no nos amaramos ya demasiado- y ninguno te llevara a ser santo, verdadero, bondadoso , compasivo y justo. Y es preciso anotar que aquellos países que construyen su sociedad con más justicia, bondad y verdad son más prósperas y compasivas.

Como joven e hijo de Dios debes apuntar a Cristo, a vivir en el temor de Dios, dar honor y reverencia a Dios, quien es tu Señor y Creador. Recordar que los principios de este mundo son perecederos, y que los principios bíblicos son eternos, los cuales te garantizan una vida plena (Juan 1:16) en esta tierra y en la futura. Plantarte ante este mundo con la firme idea de que Quien va a dictar tu comportamiento y caminar es y será Dios, quien ha dejado su voluntad plasmada en la Biblia. La cultura no es un camino para llegar a Dios, no es el el modo para hacerte más acepto y deseable, no seas engañado. Ser culto no es aburrido, es bueno. Pero hay un camino mejor: ser un hijo de Dios.


      

                                                                                                                                   @liliahercruz




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