SIMULTÁNEAS




Simultáneas es una sección de artículos que han nacido, tal y como el título lo marca, de manera simultánea o paralela, ya que surgen de otros textos que compaginaban con algunos temas que estudiaba. Estos artículos, libros o comentarios me han llevado a reflexionar aspectos que me permiten concluir cuán atinado es todo aquello que Dios nos dice en las Escrituras.

No pretenden ser los artículos exhaustivos con los temas, pero sí, señalar aspectos que me llamaron la atención, y a su vez, ¿por qué no? al que lee, le hagan vislumbrar otros que no habían considerado y que les edifique en este andar en Cristo. Los artículos están sin orden de importancia, pero espero les sea de sumo interés y de reflexión.


SIETE COSAS

El libro de Proverbios como ya lo sabrán, toca una gran cantidad de temas, todos vigentes y útiles; pero solo seleccioné algunos que me parecieron personalmente interesantes para ampliar las ideas, y por qué no decirlo, por su carácter exhortativo. Son esos temas que no puedes darle la vuelta, ni saltártelos, tienes que considerarlos y 'digerirlos', obviamente con la ayuda del Señor Jesús, nuestro perfecto e intachable ejemplo. 

Las siete cosas a los que me refiero en esta ocasión como tema, no es sencillo, es más, es -en sí- difícil de asimilar porque probablemente hemos estado en alguna situación semejante; pero, como expresó en algún momento el finado pastor y fundador de la iglesia "Calvary Chapel", Chuck Smith, en relación a este tema: " Debo buscar odiar las cosas que Dios odia. Y aún más importante que no seamos culpables de ninguna de estas 7 cosas." Las sietes cosas a las que se refiere, son las que se menciona en Proverbios 6:16-19:

"Seis cosa aborrece Jehová,

Y aún siete abomina su alma:

Los ojos altivos, la lengua mentirosa,

Las manos derramadoras de sangre inocente,

El corazón que máquina pensamientos inicuos,

Los pies presurosos para correr al mal,

El testigo falso que habla mentiras,

Y el que siembra discordia entre hermanos."


Sería imposible encontrar a alguien en esta tierra que no haya padecido de "estas cosas", pues somos parte de un grupo familiar, de alguna iglesia o de un grupo social o más triste aún que hayamos participado, pues el cristianismo se vive entre personas (no estamos aislados); sin embargo, la manera en que reaccionamos ante ello revela donde está nuestro corazón, y sin temor a decirlo, nos pone en evidencia.

La mejor herramienta divina -yo diría- es ir a Dios en oración. Ahí todo queda develado, o mejor dicho, manifiesto. En este tiempo de oración sucede mucho, puedes examinarte, rendirte a Dios, depender de Él, recibir consuelo, arrepentirnos, recibir paz, dirección y más. Podemos, entonces, recibir todo de Él para glorificarle, respondiendo como Él nos ha enseñado en la Palabra. (Colosenses 4:6)

 Andrew Murray, predicador y escritor, lo supo muy bien y lo expresó sabiamente en este pensamiento:

"La humildad es perfecta quietud de corazón. Es no esperar nada, maravillarse de nada de lo que se me ha hecho en mi contra. Es estar en reposo cuando nadie me alaba y cuando me culpan o desprecian. Es tener un hogar bendecido en el Señor, donde puedo entrar y cerrar la puerta y arrodillarme ante mi Padre en secreto y estar en paz como en un mar profundo de calma, cuando todo alrededor es un problema."

Insisto, necesitamos intervención divina para tener esta perfecta quietud de corazón. La oración nos hará ir a la fuente de tal quietud: Dios mismo. Y no hay cosa, circunstancia ni persona en esta tierra que pueda igualarlo. Si todo se centra en Él, difícilmente lo externo podrá tomar un lugar en nuestros corazones y pensamientos. así que, "puestos los ojos en Jesús" podemos disfrutar de Su luz y de Su paz.


@liliahercruz




  LA PRIMER COSA

La "primer cosa" -como cada una de esta lista de faltas o pecados en Proverbios 6:16-19 se centra en cómo tratamos a los demás. 

"Hay seis, y hasta siete cosas que

el Señor detesta con toda el alma:

Los ojos altivos, la lengua 

mentirosa..."

Proverbios 6:16-17a RVC

Es importante aclarar -por el bien del prójimo lo hago- que aquello que Dios odia, no es para que lo odiemos en otras personas precisamente, sino para que nosostros lo odiemos en nosostros mismos. Por tanto, debemos cuidar: no tener altivez u arrogancia, excesiva confianza en uno mismo, sobrevalorarnosy devaluar a los demás, pues es orgullo.

Recordemos que no somos perfectos, tenemos fallas, debilidades y tenemos pecado no mortificado; así que, no somos mejores, pero eso sí, somos mortalmente susceptibles a equivocarnos. para esto, necesitamos a los demás, de una familia, del cuerpo de Cristo, que es la iglesia. Ellos -en esta tierra- nos recordarán que debemos vivir modesta y naturalmente como nuestro Señor Jesucristo, es decir, en humildad.

En cuanto a la "segunda cosa": la lengua mentirosa, Matthew Henry señaló en su comentario: "nada hay más sagrado que la verdad y nada más necesario que una conversación que hable verdad". Si somos hijos de Dios, debemos amar la verdad, caminar en ella y vivirla. Promesa tenemos de ser santificadaos en esta verdad. (Juan 17:17)

Descansemos, por tanto, en la obra de Jesucristo, nuestro intercesor ante el Padre (Romanos 8:34), podemos correr a Él y ser cada día como Él, a su imagen. Spurgeon atinadamente lo dijo de esta manera: "En las cosas espirituales, es Dios quien realiza todas las cosas por ti. Descansa en Él, entonces."


@liliahercruz



COSA TRES

Es interesante ver como en Proverbios 6:16-19 la mayoría de esta 'colección de pecados' están relacionados con algo que hacemos con el cuerpo para lastimar u ofender a nuestro prójimo.

"Los ojos altivos, la lengua mentirosa,

Las manos derramadoras de sangre inocente,

El corazón que maquina pensamientos inicuos,

Los pies presuroso para correr al mal,"

Proverbios 6:17-18

Ojos, lengua, manos, corazón y pies nos recuerdan que el creyente ahora ocupa sus miembros para la  justicia y santificación, no para continuar pecando (Romanos 6:13 y 19). Son instrumentos para glorificar a Dios, de mostrar que estamos vivos por Él y para Él, que todos nuestros miembros, hoy y cada día, le sirven sólo a Él. Somos suyos. Charles Spurgeon decía: "Todas nuestras acciones, así como nuestros pensamientos y palabras, deben alabar a Aquel que siempre nos bendice."

Por tanto, la cosa tres es un recordatorio a no ser crueles (derramar sangre inocente), sino compasivos ante el otro. El complacerse de los padecimientos ajenos muestra un corazón duro y amante de la violencia; el mundo ya está lleno de esto. El enemigo es así, desde el principio fue mentiroso y asesino (Juan 8:44), pero nuestro Señor es compasivo y verdadero, otorgando todo, cada miembro suyo, al servicio de la humanidad. Dios anhela seamos a su imagen, bueno en gran manera, misericordioso, en espera del arrepentimiento y cambio del otro, confiando ver la obra tranformadora de Cristo en mi prójimo. Esperando siempre lo mejor.

La cosa cuatro, corazón que maquina, es el corazón que es sabio para hacer el mal o que diseña maldad; sin pensarlo,  rechacemos este tipo de andar, pues marcará un sendero opuesto al de Cristo. La codicia, envidia y venganza nos alejan de la vida del Espíritu, planeada para el hijo de Dios, para el que ha nacido de nuevo. Vivamos y pensemos (o visceversa) según su Palabra, continuamente en lo verdadero o legítimo, honesto o recto, justo o imparcial, puro o sencillo, amable o agradable, de buen nombre o bienechores, en la virtrud o bondad (Filipenses 4:8). Cierto es, que si otros nos hacen daño, recordar que tal mal no cambia mi posición delante de Cristo, nuestra identidad está fuertemente arraigada en la obra de Jesucristo no en ti o en el otro, no dejemos que el mal nos haga olvidar esta verdad. Lo reitero, somos suyos, imítemos a nuestro Dueño, seamos misericordiosos y el perdón sacuda todo nuestro andar. San Agustín de Hipona señaló que solamente conmovidos por el otro (y no por ti mismo) podemos ser bondadosos: "Se habla de misericordia cuando la miseria ajena toca y sacude tu corazón".

Gracias al Señor Jesucristo porque en cada paso que damos en este andar no estamos a la deriva, ni solos, tenemos Su dirección divina en la Palabra de Dios y Su presencia para ayudarnos a cumplir todo lo que Él tiene ya preparado para Sus hijos, nacidos de Su voluntad. Toda gloria sea a Él.


@liliahercruz




QUINTA

Acerca de la quinta y sexta cosa:

"Los pies presurosos para correr al mal,

El testigo falso que habla mentiras,"

Proverbios 6:18b y 19a

Dios anhela que nuestro vigo y fuerza sea para hacer el bien, y no todo lo contrario. Dios ama la diligencia, pero no el apresurarnos a ir solo por aquello que nos apetece -a veces, por eso, un ´no´es bueno para el hombre. Los pies presurosos para correr al mal son una imagen de impaciencia pura, se da frecuentemente en nuestros días, aunado con un deseo de ser saciados del mal o pecado. Tristemente, podemos decir, no huyen, sino  que van. 

En Cristo no hay temor de perder el tiempo, todo está en su control y dirección, estamos en sus amorosas manos (Isaías 49:16) y en Él están nuestros tiempos (Salmos 31:15). Charles Spurgeon decía al respecto que: " 'Mis tiempos', estos cambian y mutan, pero solo cambian de acuerdo con el autos inmutable y se mudan solo de acuerdo al propósito de Uno en el que no hay mudanza, ni sombra de variación". Dios nos ayude a no seguir o correr presusrosos a este mundo que persigue lo opuesto a la eternidad, vivir solo el 'aquí y ahora' -viviendo solo paralo terrenal.

Cuando algo se repite -a mi parecer- es por dos causas: es muy importante la instrucción o no fuiete escuchado. Y la insistencia o repetición es la sexta cosa: " el testigo falso que habla mentiras" expresa esta idea, que es de gran importania hablar la verdad, o bien, que no se ha escuchado con atención la instrucción. Jesús habló y vivió la verdad, estando en la tierra; sin embargo, los evangelios nos muestran que enfrentó testificaran cosas falsas de Él (Mc. 14:55-59). Esto a Jesucristo no le inquietó, prmaneció declarando y viviendo la verdad.

La invitación es que como creyentes declaremos lo justo y verdadero, el libro de Proverbios lo expresa en muchas porciones, una de ellas dice: "El testigo verdadero declara lo que es justo;" (Prov. 12:7 NVI). Opuestos a la mentira hablemos sabiamente, nuestro hablar sea medicina, demos alivio como Jesús y que sea Él, la fuente de este bien y de la verdad que habita en nosostros porque sin Él, nada bueno podemos hacer. Corramos fervorosamente hacia Él.


@liliahercruz





LA ÚLTIMA COSA


La última cosa que Dios señala en esta porción de Proverbios 6:16-19 y que es detestable para Él es: 

"Y el que siembra discordia entre hermanos."

Proverbios 6:19

Es -a mi parecer- el resumen de las seis anteriores faltas o pecados que podemos cometer contra nuestro prójimo; algunos comentaristas expresan que es el resultado de las seis anteriores y otros como el último entre todos esos pecados, pero con un más alto nivel de maldad, pues irrumpe la unidad entre hermanos. Ahora bien, ninguno quiere o pretende hacer maldad; sin embargo, la Biblia dice que somos capaces de hacer mal (Jeremía 17:9-10), por tanto, la advertencia es para que prestemos atención y miremos cuidadosamente como es nuestro andar en el cuerpo de Cristo y con aquel que Dios permitió conocieramos: a nuestro prójimo.

En Cristo somos renovados (Tito 3:5), el viejo hombre viciado con la doblez, desconfianza, malicia, celos, y toda la gama de actitudes y medios posibles que dividen maliciosamente o agravan las relaciones entre la familia, comunidad -añadiría la sociedad- han muerto en nosotros, o debería estar muerto, el apóstol Pablo lo menciona en la carta a los Efesios: "En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que esta viciado conforme  los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad."(Efesios 4:22-24). Caminemos así, renovados y  revestidos de Señor.

Dios es bueno en gran manera, su medida no es corta, su gracia es inmensa, conmigo y con mi hermano en Cristo, como lo expresó el fundador de la iglesia Calvary Chapel:"Así que una vez más, si me equivoco, quiero equivocarme del lado de la gracia." refiriéndose a perdonar al otro cuando ha hecho daño, así como nuestro Señor y Dios nos ha perdonado. Necesitamos la gracia de Dios en nuestras vidas. La necesitamos diariamente y permanecer en ella. Dios nos da dado mucho, a través de su sacrificio en la Cruz, y  grandes bendiciones nos ha otrorgado: la salvación, su Palabra y a su Espíritu Santo parsa guiarnos y poder andar como Él en esta tierra y parecernos más a Él. Enfocar nuestra vida en esto.

No hay nada de que jactarnos, todo es gracias a Él, no hay nada que deba interponerse entre nuestro Dios, nada que interrumpa nuestra comunión con mi hermano (a) en Cristo, "Porque de Él, y por Él, y para Él, son todas la cosas."(Romanos 11:36) Poniendo nuestra vista en Jesús, dificilmente habrá distracción;  solamente miraremos la grandeza de su amor y misericordia por nosotros, le alabaremos y gozaremos por su bondad derramada por mi y el otro, y "Nunca exagerarás cuando hables cosas buenas de Dios. No es posible hacerlo. Intenta, querido hermano, y jáctate en el Señor."(Charles Spurgeon).

Semillas de amor y paz sembremos y no lo opuesto, podemos hacerlo por lo mucho que hemos recibido de parte de nuestro Dios. 


@liliahercruz

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