LAS PIEDRAS CLAMARÁN

El pasado domingo leyendo el Evangelio según San Lucas acerca de la entrada triunfal en Jerusalén (Luc. 19:28-40) me sorprendí reflexionando acerca de lo que dijo Jesús acerca de las piedras en este pasaje:

"Pero Él repondió: "Les digo que si estos se callan, las piedras clamarán" Luc. 19:40

Por lo general, no pensamos que las piedras puedan hablar. Las piedras tienen, por su propia naturaleza, un significado de dureza y destinadas a la edificación o construcción, y si es para embellecer será de ornato, pero que hablen, no es la peculiaridad que esperamos de ellas, es inaúdito pensarlo o verlo si sucediera; sin  embargo, Jesús hace tal declaración que me exhorta en tres vías, la primera es que el creyente debe de alabar  y bendecir a Dios por todas las maravillas que ha visto (Luc. 19:37-38), si no es así, las piedras lo harán. La segunda es que no debo callar, hay algo mucho más glorioso y divino que se debe compartir; el creyente, si asimila esta verdad, le es imposible permanecer en silencio, la grandeza de la venida del Salvador, Su muerte y Resurrección debe proclamarse o las priedras lo harán.

La tercera forma en como las piedras claman la grandiosa obra de Jesús el Cristo es en la Resurrección: 

"Y hallaron removida la piedra del sepulcro;" Luc. 24:2

La piedra hizo lo que el acto humano no puede comprender; las mismas mujeres que iban rumbo al sepulcro a embalsamar el cuerpo de Jesús, iban preocupadas porque decían entre sí:

"¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?" Marcos 16:3

Nos preguntaríamos lo mismo, lo haríamos si intentaramos entrar al sepulcro, sabríamos que la piedra que lo cubre sería un gran estorbo, un pesado y enorme impedimento,  Spurgeon expresó: " Esa pregunta recoge la lúgubre indagación de todo el universo." Y es verdad, el mundo anda en busca de una solución natural, que no hay. Las piedras por naturaleza no obran por sí mismas, necesitan de un agente externo y en esta ocasión se necesitó del poder divino de Dios para cumplir sus gloriosos propósitos eternos. 

Y las mujeres encontraron la respuesta, yendo... andando... caminando hacia el sepulcro, un sepulcro vacío, en el cual la muerte ya no yace, sino la vida.

"y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús." Luc. 24:3

La piedra ya no estaba, la muerte no tiene más poder, los ángeles ahora se los recuerda:

"¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?" Luc. 24:5

Gracias a la obra de Jesucristo en la Cruz y la tumba vacía podemos entonces con verdad y asombro decir,  que en efecto, si nosotros callaramos, no habrá nada que detenga la obra de Dios, pues la mismas piedrán clamarán lo que hace nuestro Padre Celestial -como lo hizo con las mujeres y la piedra que cerraba el sepulcro- al  dar respuesta,  al quitar el sello mortal y dando vida  eterna a todo aquel que cree. 

¡Alabemos y compartamos tan maravillosa obra!


@liliahercruz


EL QUE A MÍ VIENE

Hace bastante tiempo leí algunos textos de John Bunyan, ya que siendo joven por un tiempo, estuve estudiando Literatura Inglesa, y me sorprendió encontrarme abundantes textos enfocados en la Biblia, pues obviamente está implícita en la cultura y por tanto en la literatura de Inglaterra; si es que quieres aprender de ella, tienes, no solo que  leerla, sino también hacer todo un estudio de causas e historia de sus textos. En fin, me sorprendió gratamente conocer la existencia de los tales.

Y hago referencia a esto, porque ultimamente me he reencontrado con varios textos de este autor, los cuales les quiero compartir; sin embargo, por cuestión de espacio, serán solamente algunas porciones de sus escritos. Este en especial, me impresionó porque John Bunyan escribió todo un libro entero basado en un solo versículo, es decir,  Juan 6:37. Así que, sin más, se los comparto y espero que les sorprenda gratamente como a mí.

"Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera," Juan 6:37

Hay demasiada teología consoladora en este versículo. Considera lo que Jesús declara: 

*"Todo...", no la mayoría". Una vez que el Padre fija Su amorosa mirada en un pecador errante, el rescate de ese pecador es seguro.

*"...el Padre...". Nuestra redención no se trata de un Hijo amable que trata de calmar a un Padre incontrolablemente enojado. El Padre mismo ordena nuestra liberación. Toma la iniciativa amorosa (ver v.38).

*"...da...", no ´regatea´. es un placer para el Padre confiar libremente a los rebeldes recalcitrantes al bondadoso cuidado de su Hijo.

*"...vendrá..." El propósito salvador de Dios para un pecador nunca se fustra. Nunca se queda sin recursos. Si el Padre nos llama, iremos a Cristo.

*"... y el que [...] viene...". Sin embargo, no somos robots. Si bien el Padre es claramente el soberano de nuestra redención, no somos arrastrados en contra de nuestra voluntad. La gracia divina es tan radical que llega y transforma nuestros propios deseos. Nuestros ojos son abiertos. Cristo se vuelve hermoso. venimos a Él. Y cualquiera es bienvenido. Ven y recibe a Jesucristo.

*"... a mí viene...". No llegamos a un conjunto de doctrinas. No acudimos a una iglesia. No siquiera venimos al evangelio. Todo esto es vital, pero lo más importante es que llegamos a una Persona, a Cristo mismo.


John Bunyan. Come and Welcome to Jesus Christ [Ven y recibe a Jesucristo]. 1968.

Tomado de Manso y Humilde por Dane Ortlund.2021

Foto por Geethu Mohan das

Entradas populares