Pensando en "el joven promedio", se me agolparon los conceptos porque usar la palabra 'promedio' me hizo eco a 'medio sí y medio no'; es decir, no son todos los jóvenes, y a la vez, encajamos a muchos ahí. Y si tú eres joven, tal vez pienses dentro de ti -el porqué te encasillan- cuando no estas dentro o en alguno de tales parámetros. Pero en fin, el punto que quiero resaltar es que "el joven promedio" de esta época -o sea tú que lo estas leyendo- has sido bombardeado con algunas huecas sutilezas que han dado como fruto algunas conductas:
- jóvenes que no quieren casarse (no quieren compromisos).
- jóvenes con la idea de que tener sexo sin compromiso es verdadera libertad.
- jóvenes con accesibilidad plena a la pornografía.
- jóvenes (mujeres) influenciadas a considerar que atender un hogar es desperdiciar la vida.
- jóvenes (hombres) enseñados a ser menos masculinos.
Es muy pretensioso tratar de explicar cada una de estas conductas, incluso algunas trataré en otro artículo; sin embargo, mi intento es despertar en ti o en el joven creyente que está expuesto a la verdad de la Palabra, una actitud de análisis y criterio, y sobre todo animarte a no desistir a tener una vida basada en los principios bíblicos. En estos principios bíblicos hallarás el plan de Dios en tu vida, además de la fortaleza para vivir conforme a Su plan, así como, la capacidad de distinguir la mentira entre tanta información de aparente progreso y bienestar para ti.
Sin duda alguna, la Biblia tiene la respuesta a todas estas huecas sutilezas. Casarse o no casarse, no es el problema, sino el porqué hacemos o tomamos tales decisiones. Si tú como joven estás descansando en Cristo, confiado en lo que Dios tiene como plan para ti, vas a estar más que bien, estarás excelente. Aunque el criterio del mundo ve que el no casarse afectará la economía mundial o que el casarse hace que pierdas tu independencia y desarrollo personal, tú que eres joven debes simplemente apuntar a Cristo (Hebreos 12:1-2). Las verdades del mundo son mentiras plenas y llanas, lo que hay en el trasfondo es engaño y su fin es desviarte del plan de Dios para ti.
"No casarse, está bien, pero abstenerse sexualmente no lo es." Así piensa el mundo y la Biblia marca lo opuesto. Si eres libre no necesitas correr para hacerte esclavo nuevamente; fuiste hecho para compartir con otra persona una vida que le glorifique y honre. No amar lo que Dios tiene planeado para ti, es realmente no conocer a este Dios vivo que habla la Biblia. Servirte a ti mismo, ya sea con pornografía, relaciones fuera del matrimonio, no ser comprometidos con los demás, dirigidos por tus instintos egoístas, solamente te hace continuar esclavo de tu pecado y de sus enormes consecuencias. La libertad que tienes como creyente fue pagada en la Cruz (Gálatas 5:13), puedes disfrutar y vivir esta libertad para servir a otros, en este caso a tu futuro esposo o esposa y así glorificarle.
El joven creyente no es el joven promedio, sino es uno que ha sido llamado, escogido, lavado y comprado por precio (Romanos 8:29-30). Disfruta de esta verdadera libertad. Sé luz en cada una de estas áreas que el mundo pretende sutilmente opacar.
@liliahercruz
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