VII. Fortalece tu fe






En diversos grados, la vida requiere de fe de parte de todos nosotros. Por ese motivo es tan importante la fe espiritual. Las cuestiones espirituales tienen mucho que ver con nuestro destino eterno, con nuestra calidad de vida aquí en la tierra y con nuestro sentido de propósito y sentido en la vida. De ahí que una de las más grandes razones para enamorarse de la Biblia es la siguiente: E nuestra fuente de fe. Afortunadamente, todos tenemos acceso a la fe, ¡Dios la pone a disposición de todos! El Espíritu Santo puede hacer que el poder del cielo esté disponible para ti, mientras que la Biblia puede actuar como adaptador para ayudarte a comprender a Dios en medio de la cultura en la que vives. Las Escrituras traducen la voluntad de Dios en tu corazón y te permiten seguir sus mandamientos y vivir una vida agradable a él.
Si quieres tener una fe más fuerte, lee tu Biblia todos los días. La Biblia no es cualquier libro. Examínalo todo a través del filtro de la pura Palabra de Dios. Y sigue los ejemplos d los muchos personajes piadosos registrados en la Biblia. Aprendamos de algunas de las personas de las Escrituras que vivieron vidas de fe:
Abraham, el padre de la fe: Durante miles de años los cristianos de todas partes han considerado a Abraham el modelo de la fe. ¿Por qué? Contra todos los pronósticos, Dios usó a Abraham (un anciano sin tierras, sin hijos y con una esposa estéril) para iniciar una nueva raza, el pueblo judío. Génesis 15:5-7. Este pasaje ilustra la fe de Abraham que comenzó a profundizar. Luego de dejar el escepticismo, Abraham decidió confiar en Dios y en su Palabra; como resultado de ello, Dios se sintió complacido con la profundidad de la fe de Abraham y por eso lo reconoció como "justo".
Hallo un enorme consuelo en la historia de Abraham. Me recuerda que Dios tiene un mapa de ruta para nuestra vida, lo creamos o no. Me recuerda que él puede hacer cualquier cosa con nosotros, más allá de lo que somos o de las circunstancias.
Gedeón: Un líder insólito: El libro de Jueces del Antiguo Testamento describe cómo Dios le encargó a Gedeón, un joven nervioso y lleno de dudas, a hacer lo que parecía imposible: rescatar a los israelitas de la opresión de los madianitas. Jueces 6-7. Gedeón inicialmente actúo como un cobarde, pero estaba dispuesto a mirar más allá de los hechos y enfocarse en lo sobrenatural para iniciar una batalla nada más y nada menos que con la ayuda de la Palabra de Dios.
Me encanta esta historia porque ilustra de manera vívida lo que Dios puede hacer con un poco de fe. También nos recuerda que los caminos del Señor no son nuestros caminos. Muchas veces, él diseñará una estrategia que pareciera no tener sentido, pero al final no sólo funciona sino que le da a él toda la gloria.
Lo que hemos aprendido a través de las historias de Abraham y de Gedeón, es Dios el que nos da fe; una fe que es activa y poderosa. Esta fe nos acerca a Dios, nos ayuda a lograr tareas imposibles, nos capacita para vencer las trampas del diablo y nos da el poder para vivir de la manera que agrada a Dios.

ACERCA DEL AUTOR: Mike Macintosh
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