En días atrás, partió con el Señor Tim Keller, un reconocido pastor, teólogo y autor de varias obras. Sinceramente, derramé en mi corazón una oración y una lágrima, pues he leído algunos de sus libros (también en alguna ocasión se me invitó a una de sus conferencias, cuando vino a México) y sus enseñanzas, irrefutablemente, nos animan a siempre a mirar a Cristo, el centro de todo.
Como creyentes sabemos que ya está disfrutando de la maravillosa presencia de nuestro Señor y como él mismo lo expresó, en otro tiempo: "Cuando miré a mi alrededor, me di cuenta que no estaba solo."* Así, hoy está mirando la gloria de Dios y comprobando en primera fila que no está solo. En algún momento, cambiaremos de domicilio, como él, y disfrutaremos en plenitud, la majestuosa presencia de Dios.
Y como remembranza, les compartiré algunas frases de él, leidos en "Asombro: Al alabar Su gloria", las cuales seguramente les gustarán y harán reflexionar acerca de Dios mismo.
"Las perfecciones de Dios son inigualables y sin comparación. Estas perfecciones incluyen Su carácter eterno e inmutable, Su presencia en todas partes, Su conocimiento perfecto de todas las cosas, Su sabiduría perfecta e inescrutable, Su poder absoluto e irresistible y Su soberanía sobre todo lo que ocurre; su pureza moral, su belleza y santidad sin mancha; y Su justicia, Su juicio inexorable que finalmente pondrá las cosas en orden."
Así es:
" No hay nadie como tú, oh Señor; grande eres tú, y grande es tu nombre en poderío." Jeremías 10:6
@liliahercruz
*En su libro La oración, cuando en ese tiempo le diagnosticarón cáncer en la tiroides.
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