5. Servir las sobras a un Dios santo

Ahora veremos ejemplos de la Escritura de malas respuestas al regalo del amor de Dios. Tal como yo lo veo, un cristiano tibio es un oxímoron, no existe tal cosa. Para decirlo claramente, los asistentes a la iglesia que son "tibios" no son cristianos. No lo veremos en el cielo. Apocalipsis 3:16-18 Este pasaje es de donde proviene nuestro moderno entendimiento de la palabra tibio. Jesús está diciendo a la iglesia que debido a que ellos son tibios, Él los vomitará de su boca.
¿Mi conclusión? El llamado de Jesús al compromiso es claro: Él quiere todo o nada. La idea de una persona que se denomine a sí misma "cristiana" sin ser un dedicado seguidor de Cristo es absurda.
Santiago 2:19 dice: "¿Tú crees que hay un sólo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan". Dios no quiere simplemente que tengamos una buena teología; quiere que le conozcamos a Él y le amemos. No quiero que los verdaderos creyentes duden de su salvación cuando lean este libro. en medio de nuestros fallidos intentos de amar a Jesús, su gracia nos cubre.
 
POBRE GENTE RICA
 
Debido a que nosotros normalmente no tenemos que depender de Dios para obtener alimentos, dinero para comprar nuestra siguiente comida, o cobijo, no nos sentimos necesitados. De hecho, generalmente pensamos de nosotros mismos como personas bastante independientes y capaces. Aun si no somos ricos , "nos va bien". La realidad es que, reconozcamos o no nuestra riqueza, ser rico es una grave desventaja espiritualmente hablando. Como dijo en una ocasión William Wilberforce: "La prosperidad endurece el corazón."
 
OFRECER LAS SOBRAS

Dios describió esta práctica como maldad. Las sobras no son simplemente inadecuadas; desde el punto de vista de Dios (y para que no lo olvidemos, el suyo es el único punto de vista que importa), son maldad. Dejemos de llamarlas "un horario ocupado", o "programas", u "olvido". Se llama maldad.
Dios es santo. En el cielo existe un Ser no que decide si volvemos a respirar o no. Este Dios santo merece excelencia, lo mejor que yo tengo.
La definición de Dios de lo que importa es bastante clara y precisa. Él mide nuestras vidas por cómo amamos. Según Dios estamos aquí para amar. No mucho más realmente importa.. Por tanto, Dios evalúa nuestras vidas basándose en cómo amamos. La mayoría de nuestros pensamientos están centrados en el dinero que queremos ganar, en la escuela que queremos estudiar, en el cuerpo que aspiramos tener, en la persona con quien queremos casarnos, en el tipo de persona que queremos llegar a ser...Pero el hecho es, que nada debería preocuparnos más que nuestra relación con Dios; se trata de la eternidad, y nada se compara con eso. Dios no es alguien que pueda ser añadido a nuestra vida. La fe verdadera significa no retener nada; lo pone todo en la esperanza de la eternidad.
 

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