Llamado a Liderar
[26] Lecciones de liderazgo de la vida del apóstol Pablo
John MacArthur. 2011. Grupo Nelson
INTRODUCCIÓN
Mateo
20:25-28
La
verdadera clase de liderazgo demanda servicio, sacrificio y una entrega
desinteresada. El liderazgo no tiene que ver con el estilo o la técnica sino más
bien con el carácter. El verdadero líder es un ejemplo a seguir. Y el mejor
ejemplo a seguir, lo sabía Pablo, es aquel que sigue a Cristo.
1°
PARTE “PABLO ENCADENADO: LIDERAZGO EN ACCIÓN”
CAPÍTULO
1 “Gánese la confianza”
El
mundo y la iglesia enfrentan una crisis de liderazgo. Los tiempos hostiles y
las circunstancias adversas no son un impedimento para el verdadero líder. De
hecho, la gran adversidad puede convertirse en una gran ventaja mediante el
poder de un líder influyente.
Hechos
21-27. Pablo muestra: Primer principio de liderazgo: #1 El líder es confiable
Cuando
las personas estén convencidas de que usted va a hacer todo lo posible para
darles bienestar y no dañarlos, confiarán en usted. Un verdadero líder es
alguien que les demuestra a los demás que lo que ocupa su corazón es dar lo
mejor para ellos.
CAPÍTULO
2 “Tome la iniciativa”
Hechos
27. El naufragio. Este es el segundo principio del verdadero liderazgo: #2 El líder toma la
iniciativa
Pablo
no tenía ningún rango. Ningún derecho particular. Ningún título. No tenía
ninguna autoridad. Pero se dio cuenta de que había un problema y por eso tomó
la iniciativa y trató de traer claridad a la situación. Eso es liderazgo. El
líder afirma: “Este es el problema y esta la solución”.
En
Nehemías 1-6. Nehemías no era nadie especial en lo que concernía al pueblo de
Jerusalén. Era un siervo del palacio del rey de Persia. Él nunca había visitado
su madre patria. Fue su hermano quien le dijo acerca de la condición arruinada
de Jerusalén. Eso inició algo en Nehemías que desató su capacidad de liderazgo.
El decidió allí mismo que iba a tomar la iniciativa y a reconstruir esos muros.
Primero, identificó el problema: El problema no era que Dios no era
fiel; sino que su pueblo era infiel.
Luego dio una solución: Tenía una estrategia en
funcionamiento. Se mantuvo comprometido con el proyecto e involucrado
íntimamente en cada fase de él hasta terminarlo.
Delegó su responsabilidad: Asignó a personas confiables para que
supervisarán secciones del trabajo, dividiendo sus responsabilidades de acuerdo
con sus habilidades.
Supo cómo motivar a las personas: Él no lo hizo utilizando
manipulación, espectáculos o emoción. Lo que hizo fue compartir su visión de
una forma en que las personas lo pudieron entender. Era sincero y creíble. Su
entusiasmo era infeccioso.
Trabajó junto con las personas: Nehemías no era un líder pasivo. Los
buenos líderes nunca lo son. No les piden a otros que hagan lo que ellos no
están dispuestos a hacer por sí mismos. Nehemías no se cansaba. Era devoto a su
trabajo. Era práctico, sabio y determinado. Era un hombre de acción, pero
también muy analista.
El
tercer principio del liderazgo:#3 El líder utiliza el
buen juicio.
Ellos
no arriesgan a su gente ante peligros innecesarios. Los buenos líderes son
analíticos. Si el desastre se aproxima y no hay manera de salir, los buenos
líderes no presionan. Durante el naufragio, Dios claramente estaba en control.
Él tenía a su líder escogido donde quería, listo para tomar el mando y a pesar
del caos de la situación Dios había planeado que saliera bien.
CAPÍTULO
3 “Reciba ánimo”El cuarto principio: #4 El líder habla con
autoridad
La
pomposidad y la arrogancia no equivalen a autoridad. El asombroso aplomo de
Pablo no tenía egoísmo ni insolencia. Cada líder que es cristiano tiene mucho
más que cualquier dirigente del mundo, porque tenemos la verdad de Dios y su
Espíritu es nuestro maestro.
El
líder debe conocer las Escrituras. Él debe creer con una convicción inamovible
que la Palabra de Dios es cierta. Y debe comunicar la verdad de la Palabra de
Dios con confianza y convicción. Pablo no era áspero, No era abusivo. Tampoco
arrogante ni deseaba agradecerse. Más bien tenía confianza en la promesa de
Dios y sus palabras lo demostraban.
La
quinta características de un líder es: #5 El líder refuerza a
los demás.
El
deseo de un verdadero líder es que los demás mejoren. Hacerlos más fuertes, más
eficaces y más motivados. Su fuerza alimenta la fuerza de los demás. Los
edifica. Los anima a creer que tienen futuro. Les da una razón y una esperanza
cuando ya no la tienen.
El
sexto principio: #6 El líder es
optimista y entusiasta.
Uno
no puede ser un líder eficaz y ser pesimista. Las personas cínicas debilitan
cualquiera con quien hablan. De la misma manera, uno no puede ser un buen líder
y aburrir a las personas.
El
entusiasmo optimista crea energía, emoción y esperanza. Soy optimista
(MacArthur) porque conozco que la verdad de Dios va a triunfar. Creo que ella
será exactamente lo que Dios intenta que sea, una iglesia gloriosa. El
propósito de Cristo para su iglesia no será frustrado. Dios era la fuente de la
autoridad de Pablo, su sabiduría, su esperanza, su optimismo y su entusiasmo.
CAPÍTULO
4 “Tome el control”
El
verdadero liderazgo se prueba en la crisis. Un líder auténtico es aquel que
pueda manejar la tensión. Que pueda resolver los problemas, llevar las cargas,
encontrar las soluciones y obtener las victorias cuando todos los demás
parezcan estar nerviosos, perplejos o confusos. El liderazgo no es algo que se
confiere por medio del título o el rango en forma automática. Es una cuestión
de habilidad, no de posición. Pablo comprendió que Dios no simplemente decretó
el final; sino
también decreta los medios. Y en el curso normal de los eventos, Dios usa
medios ordinarios para hacer su voluntad.
El
séptimo principio: #7 El líder nunca
transige los absolutos.
Cuando
Dios habla, no se puede transigir. Una cosa es transigir en cuestiones de
preferencia y otra totalmente diferente en cuestiones de principios. La persona
que rehúsa ceder en cualquier circunstancia es obstinada, irrazonable y
egoísta. Esa clase de inflexibilidad de voluntad es pecaminosa y ha llevado a
la rutina a muchas relaciones y organizaciones. Para el líder espiritual, los
absolutos son establecidos por la Palabra de Dios. Nadie puede ser un líder
efectivo espiritual a menos que comprenda la verdad esencial de la Escritura y
rehúse transigir su autoridad absoluta.
El
octavo principio:
#8 El líder se enfoca en
los operativos, no en los obstáculos.
Pablo
vio más allá de la tormenta, más allá de la urgencia del momento y supo que
necesitaba prepararse para la dificultad que tenían que enfrentar. El
equilibrio perfecto es la soberanía divina y la responsabilidad
humana. Pablo dio palabras de ánimo que ayudó a ignorar los terribles
obstáculos.
El
principio: #9 El líder capacita
mediante el ejemplo.
El
triunfo de Pablo era el de un gran liderazgo. Probado en momento de crisis, dio
un paso frente y demostró lo que verdaderamente hace un líder. Él era decidido.
Determinado. Tenía un pensamiento claro y equilibrado. Se encargó de las cosas
cuando estaban fuera de control. Y Dios honró sus esfuerzos con un éxito
asombroso. Pablo no transigió los absolutos ni se distrajo del objetivo debido
a los obstáculos. Y dirigió con el ejemplo. En circunstancias en que otra clase
de hombres habría sido pasiva o se habría rendido, Pablo se encargó y se
convirtió en un ejemplo para todos los que son llamados a ser líderes.
2°
PARTE “PABLO EN CORINTO: LIDERAZGO BAJO FUEGO”
CAPÍTULO
5 “La devoción de un líder por su pueblo”
Segunda
de Corintios es la más intensamente personal, apasionada y pastoral de todas
las epístolas. Pablo sabía que había mucho que hacer para poder aclarar la
confusión de la enseñanza de los falsos maestros. Necesitaba defender su
apostolado y lidiar con el vacío del liderazgo que había generado tantas
dificultades. Pablo era leal a la iglesia de Corinto y quería que ellos lo
fueran con él.
Surge
el principio: #10
El líder cultiva
la lealtad.
No
se refiere a un deseo egoísta por una veneración personal. Él deseaba que ellos
fuera leales a la verdad que les había enseñado. La lealtad es una gran virtud.
La lealtad se la debemos primero al Señor y a su verdad, pero también a
aquellos que defienden la verdad. La lealtad es algo frágil.
La
lealtad auténtica no es una devoción ciega a un hombre común. La lealtad es,
primero que todo, una alianza con la verdad. Pero a la vez involucra devoción a
las obligaciones del amor y la amistad.
La lealtad
es esencial para el liderazgo. Un líder sabio cultiva la lealtad siendo leal al
Señor, a la verdad y a las personas a quienes dirige.
Otro
principio: #11
El líder tiene
empatía por los demás.
La
empatía es la habilidad de identificarse con otra persona al grado en que uno
sienta lo que ella siente. A pesar de los errores de los corintios, él se
mantuvo leal con ellos. Los líderes deben permitir que su gente también se
equivoque. Las personas necesitan ser edificadas cuando fracasan, no ser
aplastados aún más. El líder sabio no necesita ser áspero con su gente. El
liderazgo finalmente trata con personas, no con objetivos estériles ni
estrategias que pueden ser escritas en papel.
CAPÍTULO
6 “Pablo defiende su autoridad”
La
deshonestidad y superficialidad son incompatibles con el verdadero liderazgo.
La
indecisión, la infidelidad, las trampas y hasta la ambigüedad sabotean la
confianza y el liderazgo.
Esencial
para un buen liderazgo: #12 El líder mantiene la
conciencia clara.
La
conciencia es un sistema de advertencia interna que nos dice cuando algo que
estamos haciendo está mal. La conciencia para nuestras almas es igual que los
sensores del dolor para nuestro cuerpo: inflinge tensión en la forma de
culpabilidad, cuando violamos lo que nuestro corazón nos dice que es correcto.La
conciencia no es del todo infalible. Una conciencia pobremente instruida puede
acusarnos cuando realmente no somos culpables o decir que somos inocentes
cuando en realidad estamos equivocados.
Suprimir
la conciencia o violarla deliberadamente es moral para nuestro ser espiritual.
Desobedecer a la conciencia en sí mismo es un pecado, aunque sea ignorante o
mal informada. Suprimir la conciencia es igual que cauterizarla, dejándola
insensible y, por tanto, removiendo peligrosamente una defensa vital en contra
de la tentación. Una conciencia impura o suprimida hace que la verdadera
integridad sea imposible. Hasta que una conciencia herida no sea limpiada y
restaurada, la culpabilidad asaltará a la mente. Reprimir la culpabilidad puede
aliviar el dolor de la conciencia, pero no la elimina. Una conciencia opaca,
por lo tanto, debilita el requisito más básico de todo liderazgo.
Otro
aspecto del liderazgo: #13 El líder debe ser
definido y decisivo.
Un
líder es alguien que dirige. Cualquiera que pueda hablar sin sentido.
Cualquiera puede ser tímido y ambivalente. El líder, por el contrario, debe dar
una dirección clara. Pablo siempre les enseñó que todas las promesas divinas
eran en él Sí y Amén.
Otro
principio: #14:
El líder sabe
cuándo cambiar de opinión.
Un
buen líder no se mantendrá en una mala decisión. Las circunstancias cambian. Y
un buen líder debe saber cuándo adaptarse a esas circunstancias.
Otro
principio que todos los líderes necesitan tener en mente:
#15 El líder no
abusa de su autoridad.
En
las palabras de San Agustín: “De la misma forma en que la severidad está
lista para castigar las fallas que se puedan descubrir, igualmente la caridad
no quiere descubrir las fallas que se deben castigar”.
Recordemos
que Jesús dijo que el liderazgo en su reino es diferente al liderazgo mundano
(Lucas 22:25-26). Pablo era el epítome de un líder con un corazón de siervo. Pablo
mismo sabía que: “el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para
con todos…” (2 Timoteo 2:24-26).
El
llamado es costoso, solitario y con frecuencia sin ningún agradecimiento. Si se
vuelve rencoroso, represivo o rudo con su rebaño, perderá su eficacia como
líder.
CAPÍTULO
7 “Para estas cosas ¿quién es suficiente?
Satanás
con frecuencia envía sus ataques más feroces a los líderes claves. Una de sus
armas favoritas son las medias verdades y las mentiras deliberadas que generan
rebeldía e intentan socavar la confianza de la gente en los buenos líderes.
Desafiar
a un líder que es llamado por Dios y que es fiel a la verdad es peculiarmente
un pecado satánico.En 2 Corintios 11:13-15 los falsos maestros eran
instrumentos del diablo, agentes malignos en su campaña contra la causa de la
verdad. Enfocaron deliberadamente su ofensiva principal en contra de Pablo y de
su liderazgo. Era un asalto estratégico y bien localizado, porque si los
poderes de la oscuridad podían anular la influencia de Pablo en Corinto, esa
iglesia ya atribulada quedaría completamente a merced de los falsos apóstoles.
La
capacidad de Pablo como líder y apóstol se encontraban bajo ataque.Eran
maestros que entregarían cualquier mensaje con tal de hacer cosquillas a los
oídos de las personas. Pablo está siendo atacado desde varios ángulos: su
carácter, su influencia, su llamado y su humildad.
Otro
principio fundamental del liderazgo:
#16 El líder no abdica en
medio de la oposición.
Una
verdad que todo líder al fin descubre es que las personas son muy cambiantes.
Es sorprendente ver cómo aceptan mentiras de un líder que aman y respetan. Las
víctimas de tales mentiras saben lo frágil que es la verdadera lealtad. Los
falsos maestros pusieron a Pablo en una posición que parecía imposible. Si se
defendía a sí mismo, eso haría que hubiera más acusaciones contra él, pero si
ignoraba la amenaza, en efecto estaría abdicando su liderazgo. Recuerde que la
eficacia del liderazgo se mide en términos de influencia.
Otro
principio vital en un liderazgo sabio:
#17 El líder está seguro
de su llamado.
Tal
confianza es una fortaleza grande y necesaria en el liderazgo, de tal forma que
uno esté seguro de sus dones y que sea enfático acerca de su llamado, para que
cuando venga una prueba nunca cuestione la obra en su vida. El liderazgo eficaz
depende de la clase de resolución, valor, audacia y determinación. El líder no
puede tener éxito si considera que la tarea actual es un tropiezo. Uno no puede
distraerse por el futuro y ser eficaz en el presente.
Pablo
era una persona firme. No había opciones ni alternativas en su vida. Por eso
nunca dudó de su llamado y sus dones. Pablo sabía, más allá de cualquier duda,
que Dios lo había separado para el liderazgo, aun antes del nacimiento (Gálatas
1:15), así que tenía sus ojos firmes en el premio.
La
extraordinaria confianza de los apóstoles no surgía de un entrenamiento formal.
Brotaba del hecho de que Cristo los había escogido, los había capacitado y les
había dado su Espíritu. Su confianza no yacía en las habilidades personales. No
era autoconfianza. Esta es arrogancia. Sino una convicción fuerte e inmutable
de que fueron llamados.
Otro
principio básico de todo liderazgo sabio:
#18 El líder conoce
sus propias limitaciones.
El
líder que olvida su propia debilidad inevitablemente fracasará. Pablo extrae su
fuerza recordando su debilidad ya que estas cosas lo hacían más dependientes
del poder de Dios. Desde una perspectiva espiritual, la ingenuidad y la
inteligencia humanas tienden a corromper más que a ayudar. Pablo tenía la
habilidad intelectual y retórica para competir con los grandes filósofos. Pero
no era la base de su ministerio. El poder del ministerio no yacía en sus
habilidades. Sin la Palabra de Dios él no tendría nada que decir. Sin el
Espíritu de Dios en su vida no podía hacer nada que valiera la pena. Él era
apóstol porque Dios lo había llamado y capacitado
CAPÍTULO
8 “Un líder hecho de barro”
Los
falsos maestros en Corinto quizás pudieron haber sido conocidos personales del
apóstol Pablo. Hablaban de defectos. Lo denigraron por sus imperfecciones
físicas, sus debilidades humanas, su apariencia y su manera de hablar. Sin
importar cuáles mentiras los falsos apóstoles difundieran acerca de Pablo,
tenían razón en esto: Nada acerca de su estilo o apariencia contribuiría a
darle poder a su mensaje. Así que intentaron usarlo como una excusa para
burlarse y dañarlo.
El
barro representa la humanidad caída, sucia, desordenada y sin ninguna virtud
inherente o excelencia por sí misma. Su utilidad se deriva del trabajo del
alfarero, sin ninguna importancia en la calidad del barro. Los líderes lo más
que pueden hacer es llegar a ser vasijas de barro. Algunos pueden verse mejor
que otros. Pero un verdadero líder no se vanagloria de haber llegado a obtener
su posición simplemente por sus talentos, sus atributos físicos, su capacidad
de comunicación, ni ninguna otra cosa.
Entre
más débil es la vasija, más evidente es el poder de Dios. Dios se deleita en
escoger a las personas de baja categoría, simples, comunes, despreciadas e
innobles, que la sociedad llama buenos para nada. Al usar vasija de barro
comunes y corrientes, Dios muestra su gloria en todo su esplendor.
Principio
de liderazgo #19:
El líder es
resistente.
Eso
es un verdadero compañero de la virtud de la humildad. El líder, aunque conoce
sus propias debilidades, debe ser fuerte y robusto. El líder, aunque sepa de su
propia fragilidad, debe encontrar fuerzas para aguantar cualquier tipo de
prueba incluyendo la presión, la perplejidad, la persecución y el dolor.
Esta
era la vida de Pablo. Las pruebas eran profundas y parecían interminables. Si
Pablo mismo era débil y común, si era una sólo una vasija del barro humilde,
entonces la única explicación posible de una vida tan notablemente especial era
el poder de Dios. Cuando aprendemos a aceptar las pruebas, la angustia y la
aflicción, como amigos, y recuerdos de nuestra propia debilidad, nos volvemos
más dependientes del poder de Dios y por lo tanto somos líderes más efectivos y
mejores testigos de Él.
CAPÍTULO
9 “La batalla del líder”
La
iglesia de Corinto había sido saboteada deliberada y sistemáticamente por las
mentiras de los falsos maestros. Pablo estaba buscando reparar la relación
dañada. Era manso y modesto, pero en ningún momento indiferente.
Otro
principio fundamental de todo liderazgo: #20 El líder es
apasionado.
Todos
los líderes deben tener pasión. Y los espirituales especialmente motivados por
una pasión intensa por la verdad, tanto como un amor ferviente y profundo en
Cristo. Es imposible mantener tal afecto y ser pasivo o no tener emociones. La
indignación justa no es menos noble que el amor ya que ambos coexisten en Dios.
Otras emociones fuertes- incluyendo el gozo, el gusto, el dolor, la compasión,
el temor y el amor- son igualmente esenciales en el liderazgo.
Los
líderes no deben evitar el sentimiento o la intensidad, pero deben dominar sus
pasiones más que ser dominados por ellas. El autocontrol piadoso involucra no
sólo mortificación de los deseos pecaminosos, sino también un grado de dominio
en la expresión de las pasiones legitimas.
Pablo
sabía, por supuesto, que ser mal representado, calumniado, perseguido y acusado
falsamente es parte inevitable de ser cristiano.
La
mansedumbre es la actitud humilde que se expresa en la paciencia al soportar
las ofensas. Pablo no tenía amargura. No tenía deseo de venganza. La gentileza
es prácticamente un sinónimo. Implica resignación. Pablo no tenía ninguna
malicia ni mala voluntad. La mansedumbre no es debilidad; es poder bajo
control. No buscaba una oportunidad para utilizar su autoridad como un bate. Pablo
no siempre fue manso en situaciones cara a cara. De ninguna manera era débil o
cobarde.
Eso
hubiera violado un principio cardinal del liderazgo: #21 El líder es valiente.
Las
personas no siguen a los cobardes. A veces el valor de un líder se expresa en
la confrontación
Los
enemigos de Pablo deliberadamente habían plantado esa sospecha. No había
ninguna base para apoyar esas mentiras. Dijeron que lo único que motivaba a
Pablo era el egoísmo personal, los deseos corruptos, los deseos carnales y las
motivaciones secretas.
Pablo
luchaba “en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a
diestra y a siniestra” (2 Corintios 6:7). La lucha era contra el reino de las
tinieblas. Luchamos por la preservación y la proclamación de la verdad.
Luchamos por el honor de Jesucristo. Luchamos por la salvación de los
pecadores, luchamos por la virtud de los santos. Toda su vida fue una guerra
espiritual contra todo lo que se oponía a la verdad. Toda ideología mundana que
se opone a Cristo y que se opone a la Biblia está arraigada en la misma
rebelión que surgió del infierno. Es obvio que el único poder que
destruiría esas cosas es el poder de la verdad.
Principio:
#22 El líder sabe
discernir.
La
guerra espiritual tiene que ver con demoler las mentiras malignas mediante la
verdad. Una de las calificaciones fundamentales para el liderazgo virtual es el
conocimiento de la verdad y la habilidad para reconocer las mentiras así como
la capacidad para usar la verdad de tal forma que podamos refutar las mentiras.
Usted
no puede ser un buen líder y evitar la guerra. Tal como la vida de Pablo lo
demostró, entre más efectivo sea usted como líder, más ataques tendrá del
enemigo. Esa es la naturaleza del liderazgo. Por lo tanto, no podemos dirigir bien
o luchar la buena batalla a menos que aprendamos las Escrituras y adquiramos
habilidad para usar la verdad de Dios. Las mentiras sólo caen ante la verdad.
CAPÍTULO
10 “Cómo no ser descalificado”
A
las personas con talento innatos algunas veces les es difícil mantener la
disciplina. Pablo era un líder sumamente talentoso. No obstante, vemos prueba
abundante que a la postre, Pablo no era de los que se basaban en sus
habilidades naturales, sus proezas intelectuales o sus dones de liderazgo.
Así
que, es supremamente importante: #23 El líder es
disciplinado.
Pablo casi siempre describía la vida
como una competición atlética, como participar en una carrera. Y estaba
determinado a ganarla. Él no quería tropezar ni caer antes de llegar a la meta.
No quería fracasar moralmente ni ser descalificado espiritualmente. La
confianza del líder en su propio llamado debe ser equilibrada por un temor
santo al fracaso personal espiritual.
Es
orgullo es una trampa peculiar para muchos; la falta de pureza y autocontrol
han hecho que otros zozobren. Las fallas morales y personales son la caída para
muchos en el liderazgo. Todo surge debido a una falta de disciplina. Pablo tuvo
la carrera muy en serio y vivió de manera acorde.
Uno
no puede romper un régimen de entrenamiento y ganar. El éxito genuino siempre
tiene un gran precio. La disciplina nos enseña a operar por principios más que
por deseos. Decir no a nuestros impulsos (aun aquellos que no son
inherentemente pecaminosos) nos hace controlar nuestros apetitos en vez de que ellos
nos controlen a nosotros. Ello desecha la lascivia y permite a la verdad, la
virtud y la integridad para que gobierne nuestras mentes.
Algunas
sugerencias prácticas que pueden ser muy útiles para desarrollar la
autodisciplina:
Sea organizado: Comience donde se encuentra. Haga una
lista de prioridades y póngalas en orden. Si no tiene control de su tiempo, no
lo tendrá de ningún aspecto de su vida.
Utilice el tiempo sabiamente: Si hizo un plan para utilizar su tiempo, sígalo. No lo
deje para después. Es fuércese. No pierda el tiempo. Manténgase ocupado. Sea
puntual.
Encuentre manera de edificarse más que
entretenerse:
Cuando tenga tiempo
para descansar y relajarse, haga cosas que alimenten su alma más que los
apetitos carnales. Escuche buenos sermones. Entréguele su vida privada a Dios.
Dedique su tiempo libre especialmente a la tarea de cultivar la humildad, el
arrepentimiento, la santidad y el temor a Dios.
Ponga atención a los pequeños detalles: Cuando vea algo fuera de lugar, sin importar lo insignificante
que sea, póngalo en su sitio. Aquellas que son fieles en las cosas
pequeñas son las mismas personas que también son disciplinados en cosas más
importantes.
Acepte más responsabilidad: Cuando venga algo que necesite hacerse, hágalo
voluntariamente. Busque maneras de usar sus talentos y recursos para el
bienestar de los demás. Eso le ayudará en enfocar su energía. También a cultiva
un corazón de siervo.
Una vez que comience algo, termínelo: Esto tiene que ver con el asunto del planeamiento. Una
buena organización implica pensar en el costo. ¿Por qué multiplicar proyectos
cuando uno no termina lo que ha empezado? Un hábito así pronto socavará la
confianza de las personas en usted como líder.
Mantenga su palabra: En otras palabras, su palabra es su voto. Una persona que
no mantiene su palabra invariablemente será indisciplinada el resto de su vida.
De vez en cuando dígase no: Controle sus propios apetitos
negándose a los placeres que pueda tener. No coma postre. Vaya a caminar en
lugar de tomar una siesta. Haga algo por su cónyuge en lugar de hacerlo para
usted mismo.
Este
es otro principio integral del liderazgo: #24 El líder es
enérgico
No
hay un líder eficaz que sea perezoso o haragán. Los líderes deben ser
ingeniosos y diligentes. Es un prerrequisito para la iniciativa, el entusiasmo,
la decisión y la resistencia necesarios en el liderazgo. El líder, como
cualquier buen atleta, no puede salirse de la carrera a la mitad. Debe
presionar hacia la meta. Tiene que buscar dentro de sí y encontrar la forma de
persistir cuando la perseverancia parece imposible. El atleta sabe dos cosas:
primero sabe cómo someter su cuerpo; y segundo, tiene la rudeza mental para
seguir buscando la meta.
La
mayor ironía es un líder que se descalifica a sí mismo después de haber
buscado influir en los demás. Casi siempre quedan descalificados por su propia
falta de disciplina. Pablo no quería que eso le sucediera a él. De hecho,
su deseo de terminar bien se hizo una obsesión en su vida. Él quería ganar la
carrera para la gloria y el honor de Jesucristo. Y acabó bien. Vivió una vida
triunfante a pesar de todas sus pruebas.
CAPÍTULO
11 “¿Quién puede dirigir?”
La
iglesia primitiva tenía los líderes en la más alta moral y parámetro ético.
Hechos
6 revea cómo se deben hacer las cosas en la iglesia. Al menos tres principios
emergen que marcan el parámetro para los líderes de la iglesia: pluralidad,
prioridad y pureza.
Pluralidad: La iglesia no debe ser
dirigida por dictadores, autócratas o gobernadores solitarios. Desde el
principio la supervisión era compartida por los doce. Cada ministerio descrito
en el Nuevo Testamento era un esfuerzo de equipo.
Prioridad: Necesitaron de delegar la
tarea a otros que pudieran supervisarla y organizar mejor el proceso.
Comprendieron lo que cada líder sabio debe aceptar, uno no puede hacerlo todo
solo.
Principio #25 El líder sabe
cómo delegar
Este
es uno de los valores principales de la delegación: ayudar a capacitar a otros
para dirigir. El líder que sigue ese plan reproducirá más líderes. Cuando
delegue, sólo delegue lo que está dispuesto a entregar. Necesita una clara
comprensión de sus prioridades. Las tres actividades principales que dominan
(en los apóstoles) son: la oración, el ministerio de la Palabra de Dios y el
ministerio de servicio.
Pureza: Los hombres escogidos fueron
por su carácter y su reputación. También llenos del Espíritu Santo y de
sabiduría, controlados por y hombres de juicio sabio y justo.
El
liderazgo es acerca del carácter, el honor, la decencia, la integridad, la
fidelidad, la santidad, la pureza moral y otras cualidades.
Esto
encapsula y resume cada requisito fundamental de un verdadero líder:
#26 El líder
es como Cristo
El modelo perfecto de
liderazgo, por supuesto es el Gran Pastor, Cristo mismo.
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